En el
fútbol, al contrario que en otros deportes, todo es opinable pues cualquier
aficionado opina independientemente de
los conocimientos que posea de este deporte. Eso es una realidad, la gente
tiene un criterio en la mayoría de los casos fácilmente influenciable sin
la información ni objetividad suficiente
porque, ¿quién no hemos opinado
en alguna ocasión de una alineación incorrecta de Mourinho, Guardiola o Vicente
del Bosque? Sin tener conocimientos de estado físico, técnico-táctico
o anímico de un jugador, por poner un ejemplo. Esa es la salsa del fútbol, eso ha sido, es y será siempre así y más
aún en los tiempos modernos que nos movemos ya que además de padres, se han
incorporado las madres, los abuelos o cualquier otra persona cercana que dan un
toque más pasional, si cabe, a este deporte que por sí solo ya la tiene. Pienso
que es positivo para el fútbol, siempre que la educación prevalezca, aunque
sabemos que cada vez con más asiduidad se pierde el respeto con insultos hacia
árbitros, adversarios e incluso hacia los entrenadores o los propios
compañeros.
Pero, ¡cuidado!
En el fútbol actual es fácil que aficionados con pocos o nulos conocimientos posteriormente
den el salto a misiones de dirección tanto organizativas como técnicas; llámese
entrenadores o directivos. Todos los aficionados al fútbol hemos visto casos de
técnicos altamente cualificados cesados de sus funciones por un dirigente con escasos
conocimientos o entrenadores designados sin capacitación o titulación por motivos
de diversa índole, entre ellos no deportivos. Esto me hace llegar a la
conclusión que, por muy triste que nos parezca, a veces parece que en el fútbol
vale todo.
En el
fútbol se trabaja con jóvenes deportistas que en algunos casos son niños o
adolescentes en los cuales no sólo influimos en el aspecto técnico-táctico si
no en lo que es aún más importante, es decir, en sus valores humanos o en su
desarrollo físico. Me gustaría que estos párrafos sirvieran de reflexión sobre
la enorme responsabilidad que se asume a la hora de dirigir personas humanas en
la dirección deportiva y que sirva para concienciar de que a la hora de
trabajar con personas, bien sea en el ámbito educativo o en el nuestro, el
deportivo, hay que exigir personal cualificado, preparado, titulado y reciclado
para desarrollar tanta responsabilidad con eficacia para formar a los más
jóvenes.
Así
pues, no debe valer todo, para avanzar hay que adaptarse a tiempos modernos y
empezar por personas con una óptima preparación en los puestos de dirección, ya
sea organizativa o de equipos. “Nadie va
al veterinario si necesita un médico”.
Entrenador Nacional Nivel III
Técnico Deportivo Grado Superior en Fútbol


Hablas con propiedad, aciertas de pleno, la salsa del fútbol es que todos tenemos una opinión y toda respetable, crecerá su importancia dependiendo del grado de conocimiento que tenga el hablante, sabemos que en todo esto hay mucha rencillas lo importante es saber convivir con ellas y la finalidad son los chavales, los niños, aunque por su protección nos llevemos todos los palos del mundo. Enhorabuena por el artículo.
ResponderEliminarEl comentario es acertado, y muy bien es puesto, me gusta se nota que sabes de lo que hablas.
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